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viernes, 3 de noviembre de 2023

Conversación con el maestro de Tàijíquán Carlos García



Desde luego, siempre es positivo que en un medio de comunicación tan renombrado y serio como es The New York Times aparezca una noticia como la difundida recientemente: “El taichí podría frenar los efectos del párkinson durante varios años, según los estudios”. 

Pero, por favor, que nadie se distraiga de la verdadera realidad de la práctica del Tàijíquán para ese y otros finés terapéuticos… No se puede frenar esta y otras enfermedades con la simple ejecución lenta de sus movimientos (que siempre va bien). Ni tan siquiera con la capacidad que el individuo tenga de implicar la mente en la ejecución del Tàijíquán (que es necesaria). El verdadero “secreto” se halla en la conjunción de tres factores principales:

 1• EL MOVIMIENTO: Lo importante no es solo moverse lentamente, sino, más bien, moverse adecuadamente. ¿Y qué se entiende por adecuadamente? Un movimiento inequívoco de la cintura en unión con los hombros, con la finalidad de mover con exactitud la COLUMNA VERTEBRAL, “eje” por donde pasan una gran parte de los nervios del cuerpo, que conectan con el cerebro. 

 2• LA MENTE: La concentración, sí, pero no. Sí, porque tranquiliza y frena las revoluciones del corazón/cerebro. No, porque eso, aunque importante, no lo es todo. Quiero decir con ello que se requiere de mucho más… de una “PLENA CONCIENCIA DEL PENSAMIENTO”. Es decir, tenemos que saber, a través de un docente experimentado en medicina tradicional china y maestro de Tàijíquán, todo el entramado energético con sus amplios y profundos conceptos filosóficos y terapéuticos; es decir, todo aquello que nos va a llevar al dominio del QIGONG, el qigong propio del Tàijíquán. Así, una vez sabemos cómo mover para enviar el flujo de la energía acompañado de un pensamiento adecuado, somos capaces de llegar al punto exacto…

 3• LA RESPIRACIÓN, el Qì: Y siempre digo a mis estudiantes que el “secreto” no se halla en el movimiento, sino en la RESPIRACIÓN. Tres tipos son las que nos mantienen a salvo de las enfermedades más comunes del ser humano. Y tres respiraciones son las que se practican en el Tàijíquán más profundo y superior:

Natural, Invertida y Tao. 

Cada ejercicio o energía requiere de un método especial. Por ello hay que saber cuando es Yin y cuando es Yang, en sus ingestas. Por ejemplo: en el caso de efectuar un movimiento para el trasvase de la energía de los riñones hacia el hígado en su función “yin”, debemos hacer respiración invertida. De lo contrario, será difícil actuar sobre este órgano y sus funciones fisiológicas. 

Si, por el contrario, efectuamos un movimiento de columna para activar los nervios en su función de la energía “yin”, debemos hacer respiración natural. 

¿Y por qué es tan importante todo esto?

Porque si no respiras adecuadamente en el momento exacto no podrás mover de ninguna manera tu energía. Sería similar a un balón cuyo interior se encuentra lleno de aire. Si no llenas el balón de aire ¿puedes realmente echarlo a rodar?

Las enseñanzas en cuanto a la respiración pueden llegar a ser mucho más profundas y misteriosas, aportando una gran sabiduría a la salud de la humanidad en sus tres vertientes: Cuerpo, Energía y Espíritu.

“Si obtienes el conocimiento de respirar adecuadamente, serás capaz de llegar a tus células y glóbulos”.

Conversación con el maestro de Tàijíquán Carlos García.


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